Nunca le digas a una mujer que la amas, si ella no lo sabe ya.
A las mujeres les agrada saber que hay quien está enamorado de ellas, alimenta su ego y las hace sentir deseables y atractivas. ¿ A quién no le agradaría saber que va por la vida arrancando suspiros e inspirando corazones?
Desafortunadamente para uno como hombre eso no significa que vayamos a recibir nada a cambio.
Mejor expuesto es este tema por la pluma de Cervantes, quien a través de Marcela, una pastora de extraordinaria belleza, escribe:
"Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, y de
tal manera que, sin ser poderosos a otra cosa, a que me améis os mueve mi
hermosura; y, por el amor que me mostráis, decís, y aun queréis, que esté yo
obligada a amaros. Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado,
que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté
obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama."
Y más, que podría
acontecer que el amador de lo hermoso fuese feo, y, siendo lo feo digno de ser
aborrecido, cae muy mal el decir “Quiérote por hermosa; hasme de amar aunque sea
feo”.
y continúa...
Pero, puesto caso que corran igualmente las hermosuras, no por eso han de
correr iguales los deseos, que no todas hermosuras enamoran; que algunas alegran
la vista y no rinden la voluntad; que si todas las bellezas enamorasen y
rindiesen, sería un andar las voluntades confusas y descaminadas, sin saber en
cuál habían de parar; porque, siendo infinitos los sujetos hermosos, infinitos
habían de ser los deseos. Y, según yo he oído decir, el verdadero amor no se
divide, y ha de ser voluntario, y no forzoso. Siendo esto así, como yo creo que
lo es, ¿por qué queréis que rinda mi voluntad por fuerza, obligada no más de que
decís que me queréis bien? Si no, decidme: si como el cielo me hizo hermosa me
hiciera fea, ¿fuera justo que me quejara de vosotros porque no me amábades?
Y sigue Marcela con una serie de razones agudas y suficientes como para lograr que quien soportara el flechazo de su belleza, cediera ante el de su inteligencia, te recomiendo leer esta obra, es parte del Quijote.
Es por ello que un hombre debería siempre conquistar a una mujer, y una mujer debería siempre asegurarse de que el hombre sepa y muestre que su amor no es sólo atracción, y saber ella misma que su belleza no representa para el hombre sólo una "alegría a la vista", aunque para ello se haga necesario contener y hasta parar en seco los avances amorosos del hombre en cuestión.
Por ello, no le digas a una mujer que la amas, si ella no lo sabe ya.
Dile a una mujer que la amas cuando no necesites su respuesta, dícelo entonces a menudo para que sepa que tu amor no se ha diluido, dile que la amas porque es maravillosa, porque es inteligente, porque es comprensiva, dile que la amas porque es digna de ser amada, dale las razones que quieras, pero no se lo digas para que ella te responda con una frase similar porque en ese caso no estás amando, estás pidiendo ser amado.
Desafortunadamente muchas mujeres suelen dejarse "amar" por diversas razones: aburrimiento, soledad, por atracción, por conveniencia, etc. Y digo "desafortunadamente" porque al toparnos con una belleza fácil, pues resulta difícil dejarla pasar.
Nos habremos enamorado sin necesidad de enamorar.
Sabemos lo que pasa después: que el solo gusto de estar con alguien que llena nuestros ojos no resulta suficiente.
Entonces es fácil enamorarse, puedes hacerlo tanto si la chica te hace caso como si no. Enamorarse es hacer castillos en el
aire donde te colocas tú y colocas a tu pareja, felices y sin necesidad de haber hecho
nada para merecer correspondencia en el amor. En tu mente tu pareja es como
quieres y hace lo que deseas, te quiere porque le gustas y no falta más, no necesitas mejorar nada porque te quiere tal cual eres.
Y
entre más imaginas más te enamoras de esa imagen sin darse cuenta que
puede estar a años luz de distancia de la persona real que la inspiró.
Y desde luego lo siguiente que querrías hacer es convertir ese sueño en realidad, ¿que procede? pues decirle que la amas y esperar lo mejor.
Pero para ella, la verdadera, no has hecho nada, todo lo hiciste para la que estaba en tu mente, y si ella escucha un "te amo" con una mano en la cintura te dirá:
"¿Cómo puedes decir que me amas si ni siquiera me conoces?"
Por eso no lo hagas. Que aún si en el mejor de los casos la mujer te amara sólo porque escuchó que tú la amabas entonces seguramente harán una pareja de ilusos.
Pero si no has de decirle a una mujer que la amas ¿Qué hacer entonces?
Pues enamorarla.
Enamorarla es expresarle que la amas sin palabras, es ser atento, decidido, es darle lo que su corazón necesita y no lo que su boca pide, es mostrarle lo mejor de ti sin mentir, es ser honesto, al grado de poder incluso decirle que te gusta, pero sin que por ello sienta que ya le perteneces, es simplemente tener la confianza de compartírselo, no es una mentira y tampoco estás haciéndote ilusiones, da además la oportunidad de saber si puedes seguir adelante o te desengañas de una vez.
Por ello nunca te enamores, siempre enamora.